En Kiev, vinieron a por la "cartera" de Zelensky. Comentario de Georgy Bovt

La Oficina Anticorrupción de Ucrania, creada con el apoyo del Partido Demócrata estadounidense, ha desarticulado una trama criminal para influir en empresas públicas estratégicas del país. La investigación duró más de un año e incluyó registros en la residencia de Timur Mindych, socio de Zelenskyy en Kvartal 95. ¿Significa esto que el poder de Zelenskyy se está debilitando? ¿Cuál será la respuesta de la UE?
La Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) realizó allanamientos en relación con un caso de corrupción a gran escala en el sector energético. La investigación reveló las actividades de una organización criminal de alto nivel cuyos miembros idearon una trama de corrupción a gran escala para influir en empresas públicas estratégicas, concretamente en Energoatom. La investigación duró 15 meses, durante los cuales se recopilaron y publicaron 1000 horas de grabaciones de audio. Los allanamientos también incluyeron el domicilio del empresario Timur Mindich, cercano a Zelenskyy. Mindich había abandonado Ucrania la noche anterior. ¿Cuáles son las posibles consecuencias?
La operación de la NABU no fue una completa sorpresa para quienes conocen la política ucraniana. Además, en los últimos días, medios ucranianos informaron que el FBI estadounidense se había interesado en casos de corrupción de alto nivel. El nombre de Mindych surgió en verano, cuando Zelenskyy intentó controlar los organismos anticorrupción creados por iniciativa de la administración demócrata estadounidense y que debían mantenerse independientes del gobierno ucraniano. Uno de los principales motivos del ataque de Zelenskyy contra estas agencias pudo haber sido que la NABU había comenzado a investigar a Mindych, un estrecho colaborador suyo. Mindych, que también había huido del país en ese momento, se vio atrapado en el fuego cruzado. Estas acciones, sin embargo, provocaron protestas generalizadas en el país. Y, lo que es más importante, no agradaron a Bruselas. Tras una leve pero persistente reprimenda de la UE, Zelenskyy cedió . Incluso mantuvo una reunión de reconciliación con la dirección de la NABU. Al parecer, una especie de "pacto secreto de no agresión" no llegó a materializarse y la investigación continuó.
Timur Mindich es socio comercial de larga data de Volodymyr Zelenskyy y copropietario de su productora, Kvartal 95. Según una teoría, Mindich, quien goza de enorme influencia en círculos gubernamentales, está siendo investigado no solo por su conexión con la investigación de corrupción en el sector energético, sino también por sus presuntos vínculos con el fabricante de drones Firepoint. Firmó contratos multimillonarios con empresas poco conocidas para la producción de drones y misiles de largo alcance Flamingo, a pesar de que la empresa no tenía ninguna relación previa con la producción de drones ni de equipo militar. Según otros informes, la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) está investigando a Mindich por malversación de 48 millones de dólares de la Planta Portuaria de Odesa, una productora de fertilizantes. Medios ucranianos informan que la NABU y la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAPO) mencionaron a Mindich en sus investigaciones enviadas a Estados Unidos, país que lleva a cabo su propia investigación sobre corrupción en Ucrania. Alexander Gorbunenko, participante en tramas de corrupción en la Planta Portuaria de Odesa, quien fue arrestado en Estados Unidos, podría haber testificado contra Mindich.
El escándalo de corrupción ha estallado en un momento inoportuno para Kiev. La Comisión Europea reprendió recientemente a las autoridades ucranianas, instándolas a no debilitar sus esfuerzos anticorrupción si desean mantener su camino de adhesión a la UE. Para colmo de males, la UE aún no ha decidido un plan de financiación para Kiev, que consiste en un préstamo garantizado por activos rusos congelados por valor de entre 140.000 y 185.000 millones de euros. Ucrania podría quedarse sin fondos esta misma primavera.
Bélgica, donde se encuentra la mayor parte de los activos rusos congelados en el depósito Euroclear, se resiste a su confiscación efectiva, aunque no se discute formalmente, por temor a ser objeto de demandas rusas. El gobierno belga exige que todos los Estados miembros de la UE asuman responsabilidad subsidiaria en tal caso. Sin embargo, obtener garantías jurídicamente vinculantes de todos los Estados miembros es actualmente inviable. Además, las acusaciones de robo por parte de Kiev, incluso de suministros militares, se intensifican en la UE, por no hablar de Estados Unidos.
Ante este panorama, la Comisión Europea propuso una idea igualmente audaz: utilizar el Fondo Soberano de Noruega como garante de un préstamo a Ucrania. La idea es que, de los 1,7 billones de dólares que posee, más de 100.000 millones no supondrían una carga para los noruegos. Noruega no es miembro de la UE, sino del Espacio Económico Europeo. La propuesta ha recibido el apoyo de cinco de los nueve partidos parlamentarios, aunque son de la oposición. El gobierno del primer ministro laborista Jonas Gahr Støre aún no ha respaldado esta propuesta, que, curiosamente, fue presentada inicialmente por Dinamarca, que criticó a Oslo por la insuficiente ayuda a Ucrania, dados los miles de millones que Noruega obtiene del aumento de las ventas de gas y petróleo.
La idea fue retomada posteriormente por el ex Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. El Ministro de Finanzas noruego y también ex Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, debatirá la propuesta con los Comisarios Europeos y sus homólogos de otros países de la UE el 11 de noviembre en Bruselas. El volumen de asistencia financiera externa (excluidos los suministros de armas, los fondos para su adquisición y las inversiones en el complejo militar-industrial de Ucrania) desde el 1 de noviembre de 2024 hasta noviembre del presente año ascendió a 52.000 millones de dólares, de los cuales 22.900 millones correspondían a intereses sobre activos rusos congelados. Se estima que 140.000 millones de euros serán suficientes para que Kiev continúe la guerra durante dos años más, teniendo en cuenta la asistencia bilateral adicional de la denominada "coalición de los dispuestos". Sin embargo, las revelaciones de casos de corrupción de alto perfil podrían distorsionar significativamente la información disponible sobre este asunto. Hasta ahora, Occidente ha hecho la vista gorda ante posibles robos, ya que la prioridad es confrontar a Rusia. Sin embargo, el nuevo escándalo mediático de gran repercusión podría influir en el sentir del electorado, lo que se traduciría en un mayor apoyo a los partidos de extrema derecha que se oponen a la ayuda a Kiev. Además, los acontecimientos actuales podrían indicar una creciente oposición a Zelensky dentro de la propia Ucrania.
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